sábado, 27 de diciembre de 2008

Nuevo refuerzo para Boca

Ante la posibilidad de que se caiga el pase del árbitro Pablo Lunatti, que tantos resultados le dio este campeonato, Boca Juniors ya tiene en la mira a un réferi colombiano que suele hacer los mismo favores.

El auto de Bombita Rodríguez

martes, 23 de diciembre de 2008

El señor de los venenos

Enrique Symns es uno de esos pocos columnistas por los que todavía compraría un diario. Claro que para qué hacerlo, si lo podés leer acá.

Historias de pingüinos II


El pingüino contra los perros cimarrones

Mediados de febrero (pongamos, 2005). En el noticiero informan, una paradoja teniendo en cuenta que hace rato los noticieros se convirtieron en parte del mecanismo del espectáculo, decía que en el noticiero informan que en la costa de Berisso encontraron a un pingüino emperador. El animal se recupera de lesiones leves.

Nadie sabe cómo este ejemplar llegó a las costas bonaerenses. Especialistas sostienen que se perdió cuando -junto a sus compañeros- cumplían el ciclo de migraciones. Desde otra óptica, analistas políticos de Página/12 sostienen que el hecho tiene que ser visto como un acercamiento del presidente Kirchner, simbolizado por el pingüino, con Felipe Solá, que tiene la casa de gobierno en La Plata, a escasos kilómetros de Berisso. El periodista y diputado Miguel Bonasso reniega del razonamiento del diario porque el pingüino es de la especie Emperador y Kirchner es muy democrático.

Lo cierto es que el animal fue rescatado y pudo escapar de la muerte filosa que le tenían preparada dos perros cimarrones. Visiblemente asustado, el pingüino vio la llegada de un ser humano como la salvación para escapar a tan terrible muerte. El coro Kennedy decide hacer un concierto en homenaje al animal más elegante de la fauna toda y Raúl Portal se ofrece a asilarlo y desocupa el freezzer. El ave escucha ofertas.

Pero dejemos de lado a la estrella de este acontecimiento y concentrémonos en quienes son vistos como los villanos: los dos perros cimarrones que se quedaron con las servilletas anudadas al cuello. ¿Alguna vez habían visto a un pingüino? Siguiendo el análisis de Página/12, si Kirchner es el pingüino y Solá la playa de Berisso, ¿los perros cimarrones son Eduardo Duhalde y Chiche? ¿Qué sintieron los perros al divisar al que pretendían fuera su cena? Si hubiera estado empetrolado, ¿se lo comían igual? ¿El pingüino se acompaña con vino tinto o con un blanco pasado por barrica? ¿Los perros pensaban satisfacer sus deseos sexuales con el pingüino? ¿Todos los perros son putos?
Preguntas que no tendrán respuestas, en definitiva los perros, especialmente los cimarrones, no hablan de política, y los pecados de gula y de lujuria prefieren practicarlos a proclamarlos.

Esta historia que pudo ser trágica tuvo un final feliz. El pingüino fue trasladado a Mundo Marino, donde lo entrenarán para que en un futuro se sume a Show Match, Kirchner y Solá siguen en el gobierno y los perros cimarrones se sumaron a la custodia del matrimonio Duhalde.

* Esto fue escrito cuando K era presidente y Solá se hacía el boludo y todavía era gobernador.

Gente que te quiere romper el culo


Si no tienen la Ñ, ¿no daba para que pongan ANIO?

domingo, 21 de diciembre de 2008

Boom!

絶対押すなよ!やんちゃ爆弾

Date el gusto y hacé volar por los aires el blog, dale maraca, es tu oportunidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El hombre que vio el futuro

Es el 2 de marzo de 1982, tenemos el cuerpo de un escritor sobre la mesa de la morgue, el cuerpo de un escritor de ciencia-ficción, el cuerpo de Philip K. Dick, al que someteremos a una autopsia para saber de qué diablos está compuesto.
Al abrirlo encontramos lo siguiente: genialidad, esquizofrenia, anfetaminas, manías persecutorias, humor, matrimonios fallidos, tentativas de suicidio, amnesias, mescalina, hijos, obsesiones, pancreatitis, empacho de teología y filosofía, litros de alcohol y dosis de LSD, muchos litros, muchas dosis.

Philip K. Dick nació en forma prematura el 16 de diciembre de 1928, Su hermana gemela, Jane, sólo sobrevivió unas semanas, pero su presencia acompañó al escritor a lo largo de toda su vida. Su padre lo dejó a los cuatro años, vivió con su madre hasta los 18 años, edad a la que ya escribía y publicaba ciencia-ficción. A los 20 años se casó, aunque no tardó en divorciarse y a los 23, después de vender varios relatos a las más importantes revistas de ciencia-ficción de la época, Philip Dick tomó la decisión de dedicarse al oficio de escritor a tiempo completo. “Es que el sabor de la comida para perros era demasiado dulce”, decía. No es extraño que el primer cuento que le hayan publicado fuera “Roog”, protagonizado por un perro que cree que los recolectores de basura son extraterrestres.

Con el correr del tiempo, Philip Dick empieza a ser una firma frecuente en las revistas de ciencia-ficción, los cuentos le salen fácil y le permiten sobrevivir, pero él quiere escribir novelas realistas. Nadie le presta atención. Después de varias novelas de ciencia-ficción, en 1962, con su libro “El hombre en el castillo” recibe el Premio Hugo, uno de los más prestigiosos del género. Entre 1963 y 1964, retirado en una cabaña alquilada al sheriff local para alejarse de sus conflictos domésticos, escribe once novelas, algunas de ellas consideradas entre sus mejores trabajos. Mientras tanto se sigue casando y divorciando, hasta contabilizar cinco idas y vueltas en toda su vida.

En la obra de Philip Dick se mezclan mundos psíquicos o paralelos, androides, insatisfacción, deidades malévolas, humor, reflexiones sobre la dimensión humana los seres extraterrestres absurdos, antihéroes, la angustia de saber que al final todo saldrá mal, estados policiales, medios de comunicación al servicio del poder, experiencias oníricas. Philip Dick podía escribir hasta 90 páginas diarias, con los auriculares cargados de música clásica y consumiendo sin tregua café y anfetaminas. Terminaba los libros y se sumía en una convalecencia de 10 a 15 días. Las oleadas de creatividad y de indolencia, abotargamiento y de lucidez componen el dibujo psíquico y laboral de casi toda su existencia.

Dos personas fueron fundamentales para Dick y su inspiración literaria, ambas representantes simbólicas del ambiente intelectual, la revolución sexual, la antipsiquiatría o la psicodelia en la California hippie de los sesenta. Uno de ellos fue Timothy Leary, el gurú de las drogas psicodélicas, el otro el ex obispo de California, Monseñor Pike, quien fue expulsado de la Iglesia en 1966 por hereje.

Philip Dick fue un tipo desmedido. Cuando se inspiró escribió once novelas en dos años. Cuando se cansó pasó varias temporadas sin producir. Cuando se intoxicó lo hizo con todas las drogas. Cuando se quiso suicidar ingirió por 49 tabletas de Digital, 30 cápsulas de Librium, se hizo dos tajos en las muñecas y respiró monóxido de carbono. Aún así no pudo terminar con sí mismo. Entonces, como él mismo cuenta, desapareció entre muchachas que no sabían que era escritor y hombres que tienen la cabeza tan quemada que no sabes cómo sobreviven.

A mediados de los 70, Dick sufrió varias experiencias religiosas que bastaron para ocuparle intelectual y espiritualmente. Durante varios años se dedicó a elaborar explicaciones e interpretaciones de estas experiencias, que influyeron en sus novelas posteriores. En 1975 se publicó su primera novela “real”: Confesiones de un artista de mierda (1975). El dice que una entidad extraterrestre con forma de rayo rosa le reveló La Verdad.

Los que se metieron en los laberintos de la obra de Philip Dick ven en el escritor a un hombre perseguido por su propia pesadilla que le dice que la realidad es sólo un montaje destinado a engañarlo. A un genio que escribió ciencia-ficción con el material de sus siempre rechazadas novelas reales. A un pesimista ilusionado. A un consumidor de drogas paranoico. A un humanista. Todo eso, lo que fuere, se perdió el 2 de marzo de 1982, el día que Philip K. Dick murió de un ataque cardíaco mientras respiraba aire fresco en la entrada de su casa.

Para los que necesitan un número redondo que justifique lo que leen, el 16 de diciembre se cumplieron 80 años de su nacimiento.

jueves, 18 de diciembre de 2008

La mentira gourmet

Mil hojas de faina con langostinos, tiraditos de pescado con guacamole, wraps de pavo con brie y chutney, parfait de yogurt con sopa de mango y menta, tapioca en leche de coco, sablee de almendras, mimosas de Champagne. Se me hace agua la boca y el bolsillo (se me hace) añicos cuando empiezo a hacer la cuentas.
La mesa está servida, pero para saber qué vas a comer no te alcanza con Horangel, Aschira y ni Ludovica Esquirru juntos. La profeta de moda es Narda Lepes y yo cada vez que leo un menú me siento un Nardo, porque no entiendo nada.
Como en el principio fue la palabra, los chefs se dieron cuenta de que lo más importante para seducir a los clientes es un buen nombre como anzuelo.
Entonces vos te sentás y cuando agarrás la carta no sabés si estás leyendo las recomendaciones del chef o los nombres de los integrantes del seleccionado francés de fútbol.
Le explicás a la moza que te gustaría un Zinedine Zidane, pero que te cae un poquito mal al pecho y finalmente optás por unas “Láminas de ave sobre un verde sommier de la huerta”.
Probás el vino criado en barricas de roble francés y cuando ya te empezabas a sentir Napoleón Bonaparte, te destierran a Córcega.
La moza pone un plato cuadrado gigante y en el medio alcanzás a distinguir que hay unas pálidas tajadas de pollo y que en lugar del “verde sommier de la huerta” hay una colchoneta baqueteada, armada con unas mustias hojas de lechuga que combinan muy bien con las seis arvejas arrugadas que se desparraman por ese desierto culinario.
Lo único que tiene sabor es la salada cuenta que te sube la presión mientras te preguntás si rompiste algo. Tenés tanta hambre que te comerías al gordo que conduce “Wok”.
Huís y entrás al primer bar de mala muerte que te cruzás fuera de esa ruta del sabor. Te sirven una milanga más grande que el Titanic y pedís un iceberg para enfriar el vino de la casa. Mientras el mozo te abraza de atrás, extendés los brazos y, con la boca bien llena, gritas satisfecho: “soy el rey del mundo”.

Publicado en la revista Leche el año pasado.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Mala puntería...

Es cuando presentás un informe que destaca la calidad de vida en Villa la Angostura... el mismo día en que el título de tapa resalta la paliza de muerte que le dieron a un sacerdote de esa ciudad.

Consumo personal

Un ciudadano extranjero, portador de pasaporte nigeriano, fue arrestado por los servicios de aduana en el aeropuerto de Lisboa, Portugal. Los funcionarios tenían buenas razones para sospechar que el africano era una mula y que estaba implicado en tráfico de órganos. En efecto, después de una rápida revisación, verificaron que el nigeriano traía, escondidos dentro del cuerpo, dos riñones, un hígado, un corazón y dos pulmones, que seguro intentaría vender en una clínica privada en España o en Suiza. De nada sirvieron las protestas del africano que insistía en que los órganos que traficaba se destinaban exclusivamente para consumo personal.

Rui Barreira Zink es escritor y profesor universitario en Portugal.
Lo leí hace un tiempo en El señor de abajo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Historias de pingüinos I

El pingüino papá llega a su casa y lo único que escucha es que su mujer, la mamá pingüino, protesta porque no le alcanza la plata, por el precio del pescado, porque aumentó el cable y porque su hijo es un inútil que se la pasa chateando con pingüinos de otras reservas. Hace años que el pingüino papá escucha los mismos reclamos, hace años que se pregunta qué hizo para ganarse una vida tan miserable.
El pingüino papá se prepara un trago y hace lo imposible para dejar de escuchar los reclamos de su esposa, pero no lo logra. Entonces, vacía el vaso de un trago, va hasta el desván y saca una escopeta. Su mujer, de espaldas mientras prepara filets de merluza a la marinera, recibe en la nuca el disparo que la pasa a mejor vida pingüina. El pingüino hijo, con los oídos y la mente de pájaro puestos en un juego en red, no escucha los pasos de su padre que se acerca sigilosamente y lo usa para decorar de rojo las paredes.
Satisfecho, el pingüino papá se sienta en el sillón, prende el televisor y pone canal 9.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Confesiones

Ma' si, lo digo... cuando escucho ciertas canciones de Erasure tengo que hacer un esfuerzo enorme para no ponerme a bailar.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Aeropingüino

El Pordo, quien tiene una extensa cultura en películas para las que ya está grande, me contó que en Madagascar 2 se habían acordado de la Argentina.
Al parecer, los de la Paramount –que se la saben completa con jamón, queso y huevo frito- analizaron la política argentina y se enteraron que algunos pingüinos no corren, vuelan.
Después, sólo quedó llevarlo a la pantalla.

martes, 2 de diciembre de 2008

Soja, fósforo e inversión

Hace algunas semanas le hice una entrevista a Guillermo Priotto, coordinador del área de Educación, Ambiente y Desarrollo Sustentable de CTERA.
Priotto estuvo en Roca para dar una charla sobre Educación Ambiental, remarcó que está lejos de las campañas "tipo ‘Salve a las ballenas’" y destacó la necesidad de asumir una perspectiva crítica sobre esta problemática.
Entre otras cosas, dijo lo siguiente:

“Hay un montón de costos, de pasivos ambientales, que no están siendo internalizados en los costos de producción y venta. Alguien tiene va a terminar haciéndose cargo de esos pasivos.
Te doy un ejemplo: la soja necesita en gran cantidad un nutriente fundamental del suelo que es el fósforo, que no aparece valuado en el costo final. Se calcula que la cantidad de fósforo que se exporta por año con la soja es de 1.000 millones de dólares. Para recuperar ese nutriente hay que hacer una fuerte inversión, el tema es quién se hace cargo de ello, probablemente lo haga el Estado, o sea, todos nosotros”.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Jefazo

- ¿Qué te gustaría que estudien tus hijos?
- No puedo decir, hermano. Quiero que tengan conciencia social y capacidad intelectual.
- Hay padres, por ejemplo, que quieren que sean abogados.
- Yo no. Más bien quisiera erradicar todas las facultades de Derecho por una cuestión de salud pública. Veo que la justicia que tenemos en Sucre es una fiel representación del colonialismo interno y externo.

Declaraciones de Evo Morales a Martín Sivak, autor de “Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales”. Pág. 40.